jueves, 28 de junio de 2012

Hablemos de diabetes

La incidencia de la diabetes está aumentando con rapidez. En 1995 se calculó que su incidencia mundial era de aproximadamente 150 millones de habitantes. Esta cifra se incrementó hasta unos 171 millones de casos en el año 2000 y se prevé que seguirá en aumento hasta alcanzar los 366 millones en 2030.

¿Qué es?

La diabetes es una enfermedad crónica en la que el organismo no produce suficiente insulina o la utiliza de forma incorrecta. Normalmente, el organismo descomponelas féculas, los azúcares y otros nutrientes en glucosa, que después es transportada a las células por la sangre. Las células utilizan insulina, una hormona producida por el páncreas, para ayudar a convertir la glucosa en energía. Si no se dispone de insulina suficiente o si no se utiliza debidamente, la glucosa se acumula en la sangre y la orina, lo que puede causar numerosos problemas.

La causa

La causa de la diabetes no está clara. Puede existir una conexión familiar, de forma que si el padre o la madre tienen diabetes, habrá más probabilidades de que sus hijos también sufran la enfermedad. Los hábitos de vida, como la dieta y el ejercicio, también desempeñan un papel importante: la diabetes de tipo 2 es más probable en las personas con sobrepeso.

Tipos de diabetes

Las personas que sufren diabetes de tipo 1 presentan una insuficiencia de insulina, lo que quiere decir que el organismo no produce suficiente insulina, por lo que los nutrientes recibidos no se convierten en energía. Normalmente menos del 10% de las personas diabéticas padecen el tipo 1 y la mayoría de los casos se diagnostica en niños y jóvenes.
Las personas con diabetes de tipo 2 tienen resistencia a la insulina. El organismo produce un poco de insulina, pero no se utiliza debidamente. Entre el 85% y el 95% de los diabéticos de todo el mundo sufren el tipo 2. Aunque la diabetes de tipo 2 afecta con más frecuencia a las personas mayores, desde hace unos años cada vez es más frecuente entre los jóvenes y los niños. 

Síntomas de diabetes

Pese a que la incidencia de diabetes ha aumentado de forma espectacular en los últimos años, todavía hay muchas personas que ignoran que padecen la enfermedad. Éstos son algunos de los síntomas más frecuentes de la diabetes:
  • Aumento de la sed
  • Aumento de la frecuencia con la que se orina
  • Pérdida de peso, incluso con buen apetito
  • Cansancio extremo
  • Irritación, infección y picor de los genitales
  • Visión borrosa
  • Calambre nocturnos
  • Hormigueos en las extremidades
  • Irritabilidad o cambios espontáneos de humor (excepto mi suegra)
La diabetes de tipo 1 aparece con rapidez y provoca síntomas evidentes, mientras que la de tipo 2 tiende a desarrollarse más despacio y los síntomas suelen asociarse a otras enfermedades.
La detección precoz de la diabetes aumenta las posibilidades de prevenir o retrasar las complicaciones. Algunos de estos síntomas pueden parecer triviales, pero la presencia de uno indica que es necesaria la evaluación por un profesional sanitario.

Diabetes gestacional

La diabetes que aparece durante el embarazo es un ejemplo de diabetes "asociada”. La diabetes “asociada” aparece junto con otros trastornos y estados, como las enfermedades pancreáticas, determinados trastornos genéticos y el embarazo. Puede durar poco tiempo, si bien las mujeres que padecen diabetes durante el embarazo corren un mayor riesgo de contraer diabetes de tipo 2.
Alteración de la tolerancia a la glucosa (ATG) o prediabetes Cuando una persona presenta ATG, su cuerpo no puede controlar la concentración de glucosa con normalidad, pero la alteración no es lo bastante grave para considerarla diabetes. Las personas con ATG presentan un mayor riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.

Factores de riesgo

  • 45 años o más
  • Sobrepeso u obesidad
  • Antecedentes familiares
  • Padres o hermanos diabéticos
  • Antecedentes de diabetes gestacional
  • Elevación de la presión arterial
  • Alteraciones de los niveles de colesterol
  • Inactividad (practicar ejercicio menos de 3 veces por semana)
No se puede hacer nada para tratar algunos de los factores de riesgo, como la edad o los antecedentes familiares, pero otros pueden reducirse si el paciente modifica su dieta, pierde peso o practica más ejercicio. Pregunte a su médico cómo puede reducir su riesgo de diabetes.

 Cómo diagnosticar la diabetes

Para diagnosticar la diabetes se utilizan análisis de sangre y estudios de los síntomas. La GPA (glucosa plasmática en ayunas) es una prueba que se realiza después de haber ayunado 8 horas (el paciente no puede comer ni beber nada en ese tiempo). La PSOG (prueba de sobrecarga oral de glucosa) es una prueba en la que el paciente debe ayunar y después tomar una bebida con glucosa. Dos horas más tarde se analiza la sangre. Estas concentraciones sanguíneas de glucosa indican que existe diabetes:
GPA: 126 mg/dl (7 mmol/l) o más
PSOG: 200 mg/dl (11,1 mmol/l) o más
Normalmente se necesitan dos pruebas para confirmar el diagnóstico.

Complicaciones

Las personas diabéticas corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas e ictus, lesiones nerviosas que pueden causar dolor y entumecimiento de las manos y los pies, disfunción renal y enfermedades oculares

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