miércoles, 18 de julio de 2012

¿Realmente sabe si su hijo tiene sobrepeso? Conozca los signos y síntomas que alertan de este riesgo


Un factor que podría influir en que los niños tengan sobrepeso u obesidad es una percepción materna alterada del peso de los niños más pequeños. Según un estudio científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland de EE.UU., publicado en la revista Archives of Pediatric and Adolescent Medicine en mayo de 2012, el 87% de las madres que tienen niños entre los 12 y 32 meses de edad  con sobrepeso, fueron menos capaces de percibir con precisión el tamaño del cuerpo de sus niños. De este grupo de madres, el 81% consideró “normal” el sobrepeso de su hijo.

 La metodología del estudio consistió en que los científicos repartieron dibujos con niños de diferentes tamaños y pidieron a las mamás que eligieran el que más se parecía a su hijo. De las 281 madres que participaron, el 70% eligió a niños que no se parecían realmente a sus hijos, porque calcularon mal el tamaño del cuerpo.

De acuerdo con la nutricionista colombiana, Claudia Angarita: “Este estudio refleja la realidad de muchas madres en cuanto a las percepciones erróneas acerca del sobrepeso y la obesidad infantil. Según comentan los autores del estudio, es posible que las madres evaluadas perciban que los niños con sobrepeso son más saludables, son mejor alimentados y cuentan con un desarrollo más rápido que los niños con peso bajo o normal. Además, según los investigadores, algunas mamás probablemente creen que el hecho de que sus hijos sean “más gorditos” es una indicación de su buena labor como madres”.

Los investigadores señalan que estas percepciones podrían conducir a la sobrealimentación y a los persistentes problemas de peso desde la infancia hasta la vida adulta. De esta manera, recomiendan que los pediatras y nutricionistas ayuden a las familias a entender lo que es una alimentación y un peso adecuado para sus hijos.

La obesidad y el desbalance energético

Las cifras de niños con sobrepeso y obesidad han aumentado en forma drástica durante los últimos años. De acuerdo con el Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, (OECD, por sus siglas en inglés) 1 de cada 5 niños, de edades entre los 5 y 17 años, se ve afectado por el exceso de peso.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la causa fundamental de la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. Asimismo, indican que los inadecuados hábitos alimenticios y la falta de actividad física son causantes del problema en el mundo.

Recientemente, un estudio científico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, publicado el 3 de julio del 2012 en la revista Circulation, señala que la epidemia de la obesidad en niños y adultos se puede combatir si las personas logran un balance energético.

Los autores señalan que centrarse en la restricción de alimentos y la pérdida de peso no es la solución. Mencionan que las claves para lograr este balance energético son el aumento de la actividad física, mantener una alimentación adecuada y la educación nutricional para que cada individuo tome decisiones informadas sobre lo que está comiendo. Además argumentan que la prevención del aumento excesivo de peso es un objetivo más alcanzable que el tratamiento de la obesidad, una vez que ya está presente.

¿Cómo saber si su hijo tiene sobrepeso u obesidad?

 “Los padres deben llevar a sus hijos a un control de crecimiento y desarrollo, periódicamente. Este control lo hace el médico pediatra o el nutricionista”, explica Angarita.

Peso promedio según edad
(12-36 meses)
Edad
Niños
Niñas
Peso (kg)
Peso (kg)
12 meses
9.6
8.9
15 meses
10.3
9.6
18 meses
10.9
10.2
24 meses
12.2
11.5
32 meses
13.7
13.1
36 meses
14.3
13.9
Fuente: Organización Mundial de la Salud













Por un lado; en los controles se mide el peso actual, la talla y el índice de masa corporal (IMC). Si estos controles periódicos existen será mucho más sencillo hacer un diagnóstico acertado del estado nutricional del niño porque habrá “una historia” de crecimiento.
 

Índice de masa corporal
El índice de masa corporal (IMC) es un indicador de la relación entre el peso y la talla que se utiliza para identificar el sobrepeso y la obesidad. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).
  Fuente: Organización Mundial de la Salud






Por otro lado, la especialista indica que los padres de familia no deben esperar a que el médico les diga si el niño tiene sobrepeso o no. Hay signos y síntomas que los padres pueden identificar y que alertan sobre el riesgo de sobrepeso u obesidad:

  • Cuando hay una ganancia de peso rápido.
  • Cuando al niño se le marcan unos “rollitos” en la cintura y además tiene celulitis evidente.
  • Puede tener un factor de riesgo cuando pasa más de dos horas frente a la televisión y además tiene un apetito incontrolable.
  • Busca comida frecuentemente para compensar un fracaso o un llamado de atención.
  • Piensa en comida permanentemente, especialmente en alimentos de alta densidad calórica.
  • Consume porciones superiores a las porciones que consumen niños de la misma edad.

La clave está en una alimentación balanceada

“Lo primero que se debe tomar en cuenta es la recomendación de la OMS, que la lactancia materna debe ser exclusiva hasta los 6 meses. A partir del sexto mes, se debería iniciar la alimentación complementaria (alimentos diferentes a la leche materna). Los adultos que de pequeños tuvieron lactancia materna suelen tener una tensión arterial más baja, menos colesterol y menores tasas de sobrepeso, obesidad y diabetes de tipo 2”, explica la nutricionista Angarita.

“Asimismo, es importante ofrecer una alimentación balanceada y variada que contenga los diferentes grupos de alimentos y el aporte nutricional necesario para el adecuado crecimiento y desarrollo del niño. No hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. Además, para alimentar a un niño es necesario conocer las diferentes funciones que los alimentos cumplen en el organismo”, destaca la especialista (véase Tabla 1).
Angarita también menciona que es importante que los niños se hidraten adecuadamente. “La hidratación depende de muchos factores como el peso, la magnitud de las pérdidas de líquido por sudor, entre otros. Un porcentaje importante de la hidratación diaria se repone mediante el consumo de líquidos como agua, jugos, gaseosas, té, chocolate, entre otros. El otro porcentaje proviene de los alimentos sólidos, tales como las frutas y vegetales”, menciona la experta.

El rol de la actividad física

De acuerdo con los centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Estados Unidos (CDC), está comprobado que la actividad física puede ayudar a controlar el peso, a mejorar la autoestima y la capacidad de aprendizaje. Además, indican que ayuda a los niños a controlar el estrés, a desarrollar y mantener huesos, músculos y articulaciones saludables.

La Asociación Nacional para el Deporte y Educación Física de Estados Unidos indica que los niños con edades entre 12 y 32 meses deben pasar al menos 30 minutos al día participando en actividades físicas. Según la nutricionista, algunos ejemplos de actividad física para niños pequeños son: caminar, jugar con una bola, brincar, andar en triciclo, entre otros.


Tabla 1. Las funciones de los diferentes alimentos en el organismo de un niño
  • Frutas y verduras: estos alimentos son la mejor fuente de vitaminas, minerales y fibra, por lo que contribuyen al correcto funcionamiento de todos los órganos y sistemas, ayudando además a utilizar de manera correcta la energía proveniente de otros alimentos y a fortalecer el sistema inmunológico de los niños. Es muy importante brindar durante la semana frutas y verduras de todos los colores disponibles. Cada color ofrece una variedad distinta de vitaminas y minerales.
  • Cereales y tubérculos: estos alimentos constituyen la principal fuente de energía necesaria para la realización de todas las actividades diarias. Se deben evitar preparaciones con alto contenido de grasa.
  • Carnes: en este grupo se incluyen las diferentes variedades como son res, pollo, cerdo y pescado. Su función es proveer de proteína, hierro, vitamina B12 y zinc, principalmente. Estos nutrientes favorecen el mantenimiento muscular, previenen la anemia, estimulan el crecimiento y la maduración sexual.
  • Huevo: es un alimento muy completo. Ofrece proteínas, vitaminas, minerales y grasa. Es importante consumir el huevo completo, la clara contiene la mayor proporción de proteínas y la yema de vitaminas y grasa. Su aporte de vitamina A en forma de beta carotenos, de tiamina, fósforo y colina, contribuye a prevenir problemas visuales y a favorecer el adecuado funcionamiento del organismo. Adicionalmente, la presencia de colesterol en la yema es importante para la maduración del sistema nervioso central de los niños.
  • Leguminosas: en este grupo se encuentran frijoles, lentejas, garbanzos y soya. Son alimentos fuente de proteína, carbohidratos, minerales y fibra.
  • Leche y derivados: su principal función en el organismo es favorecer el crecimiento y desarrollo de huesos y dientes debido a su contenido de  proteínas y calcio. Ayuda con la formación muscular y  la regeneración de tejidos en el niño.

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