jueves, 23 de agosto de 2012

Un obeso sí puede llegar al peso ideal

La experta en obesidad Samar Yorde, asegura que ésta puede controlarse con cambios de hábitos alimenticios y ejercicios. 
Samar Yorde proyecta su experiencia personal como exobesa en su desempeño como especialista en medicina de obesidad. Bajar 20 kilos de peso, “aunque me faltan 10 más para llegar al peso adecuado”, se convierte en el mejor ejemplo y estímulo para sus pacientes.
Tras egresar como médico en LUZ, realizó una maestría en administración de salud, mención planificación, desempeñándose como directora de salud de la Alcaldía marabina durante una década.
Ahora está abocada a la promoción de una vida saludable, enfocada en el tratamiento de la obesidad, prescribiendo en sus consultorios en la capital zuliana y en Caracas, dirigiendo el blog y las redes sociales SoySaludable y conduciendo un programa radial.
Además, cursa el primer posgrado de obesidad en el país, en la capital, avalado por la Universidad Experimental de Guayana, del que egresará en diciembre.

Se adelanta al cuestionario, planteando que la obesidad es una enfermedad compleja. “Es un trastorno neurobioquímico crónico y recidivante, cuando la gente cree, de manera injusta, que el gordito es el culpable, porque come mucho, cuando lo hace porque tiene una alteración neurobioquímica cerebral”.
—¿Qué tan elevado es el porcentaje de obesidad en el Zulia, en relación con el resto del país?
—No hay un estudio serio que revele estas cifras. Se dice que la prevalencia en Venezuela está por el 30,4%, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, que ha proyectado también que hay un 65,2% de sobrepeso u obesidad, clasifícando el país como el vigésimo cuarto más gordo del planeta.
—Pero, ¿se puede afirmar que son más gordos los zulianos?
—Sí, hay estudios que verifican que en la región se presentan los mayores índices de mortalidad por enfermedades del corazón y éso está asociado directamente a la obesidad. Y se constata por las comidas altas en grasa saturadas, sal y azúcar, y las cantidades exageradas, a lo que se suma el hecho de vivir en un estado fronterizo, con la inseguridad que produce, por los secuestros, además del calor imponente que favorece el sedentarismo, y de ser líderes en el consumo de cerveza y refrescos. Todo ésto hace que, de forma subjetiva, porque no hay cifras, se sepa que los zulianos son los más gordos de Venezuela.
—¿Influyen también factores genéticos, sicológicos y metabólicos?
—Sí, es una mezcla de factores genéticos y ambientales. El factor genético es muy importante, porque hay obesos que se cuidan y siempre están gordos. Por ello, se trata de una enfermedad que se controla, pero no se cura. Y se vive en un ambiente obesogénico, que promueve el sedentarismo y el exceso de comida.
—¿Qué tanto influye el estrés?
—Muchísimo, porque cuando se está estresado se segrega cortisol, hormona que redistribuye la grasa, haciendo que se acumule en la zona abdominal. En el Zulia se viven altos niveles de estrés, por el calor y por la inseguridad y, como son muy emotivos, lo exteriorizan y todo ello contribuye a que aumenten las cifras.
—¿Cuando hay una predisposición genética resulta imposible contrarrestar el sobrepeso desde temprana edad?
—Estos niños vienen marcados genéticamente para ser obesos, pero se puede prevenir, porque se controla. Un obeso sí puede llegar al peso ideal a través de un cambio de hábitos alimenticios, comiendo balanceado y controlando el consumo de calorías, y haciendo actividad física con regularidad. Si ésto se logra desde temprana edad se puede prevenir que sean adultos obesos. Cuando en los primeros dos años se abusa en el suministro de azúcar y grasa, con el mito de que “el bebé gordito es el saludable”, se estimula la formación de grasa.
—¿Cómo evalúa las innumerables dietas y tratamientos, como pastillas e inyecciones, para bajar de peso?
—Mientras se esté en manos de un médico experto en obesidad, y no de un nutricionista o entrenador deportivo, los suplementos medicamentos contra la ansiedad y la mesoterapia pueden utilizarse, tras una evaluación integral y con un seguimiento controlado.
—¿En qué consiste el tratamiento que aplica a sus pacientes?
—El abordaje es integral. Quieren bajar de peso, pero se detecta depresión, falta de autoestima y trastornos obsesivos compulsivos, por lo que se asisten desde el punto de vista sicológico, para que puedan cumplir, efectivamente, el tratamiento. Todo se inicia con el estudio de composición corporal, que determina peso, composición de grasa y masa muscular, entre otros valores. Al detectarse la causa de la obesidad, que va desde la resistencia a la insulina, hasta una depresión, se les coloca dieta, basada, más que en restricciones, en enseñarlos a comer; se les indica tratamiento médico para controlar el apetito y activar la generación de calor; así como para controlar la ansiedad y estrés; y se les prescribe ejercicio físico, con un mínimo de 300 minutos a la semana, entre pesas y cardio.
Fuente: Panorama

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