Con la llegada del verano los viajes en avión son algo
habitual para la gran mayoría de nosotros. Cada vez los aviones tienen
más sitios y menos espacio para cada pasajero, algo que puede pasarnos
factura, y es que volar en avión para muchas personas es una actividad
estresante donde las haya, y es que la altitud y la presión ponen en
jaque nuestra circulación, y hace que el estrés aumente-Por ello en esta
ocasión vamos a detenernos en algunos consejos prácticos a la hora de
coger el avión.
Es cierto que no todos los viajes en avión son iguales, ya que los de
corta distancia tienen muchos menos riesgos para nosotros, mientras los
de largo recorrido son más arriesgados. Por ello es necesario que
llevemos a cabo una serie de puntos para estar perfectos y no padecer lo
que se conoce como el síndrome de la clase turista.
Este mal se caracteriza por molestias generales, pesadez de cabeza,
dolor de articulaciones, hinchazón de nuestro cuerpo, problemas
digestivos…
Activar la circulación
Ante todo es necesario que tengamos bien claro que debemos mantenernos activos durante
el vuelo para evitar que nuestras articulaciones y miembros sufran
demasiado con el viaje y acumulen líquidos llegando a generar malestar
en nuestro organismo. Para conseguir mantener la circulación activa lo
que haremos durante el viaje será levantarnos de vez en cuando y pasear
por el pasillo del avión. Cambiar de postura durante el vuelo es otra
alternativa para mantenernos activos.
Realizar una serie de ejercicios antes de montarnos al avión es
otra buena alternativa para activar la circulación y mantenerla así
durante todo el tiempo que dura el viaje. Estirar los brazos y las
piernas antes de subirnos al avión es una buena alternativa y una gran
prevención para evitar padecer este síndrome. Caminar un poco por el
aeropuerto y llevar ropa cómoda que permita una correcta circulación es
esencial a la hora de minimizar los riesgos que conlleva volar durante
mucho tiempo.
Desajustes digestivos
Los desajustes digestivos también son otro de los
riesgos que corremos a la hora de subirnos a un avión durante un largo
periodo de tiempo. Por ello es necesario que sepamos una serie de puntos
a tener en cuenta. En primer lugar no debemos ingerir productos ni
bebidas que nos den gases, ya que nuestro cuerpo tenderá a generarlos
por sí mismo, y si los añadimos a la dieta el riesgo de padecer
molestias por gases. Por ello es necesario que no ingiramos alimentos
pesados antes de subirnos al avión, lo mismo que debemos dejar de lado
la comida que nos dará a bordo, ya que puede sentarnos muy mal.
Hidratación
. La hidratación es otro punto importante a tener en
cuenta, y es que debido a la presión a la que nos sometemos cuando
volamos, nuestros niveles de hidratación disminuirán, por lo que es
necesario que ingiramos líquidos de manera constante para estar en
perfecto estado. Además, una correcta hidratación nos ayudará a evitar
la temida acumulación de líquidos, pues tener unos buenos niveles nos
ayudará a eliminar lo que nos sobra y estar en perfecto estado durante y
después de un vuelo.
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