Es uno de los temas que más asusta a la mujer. La mayoría
llega a la consulta médica con gran preocupación y, en general, luego de
hacer varios intentos fallidos por mejorarla. La pregunta se repite:
¿tiene solución?
Para abordar este tema hay que saber que la celulitis es el cúmulo
de tejido adiposo en determinadas zonas del cuerpo que
forman nódulos adiposos de grasa, agua ytoxinas.
Existen distintos grados de celulitis: celulitis blanda, celulitis
dura y – la más conocida – la celulitis esclerótica o piel de naranja.
Este cuadro es el resultado de una alteración de la circulación de la
capa grasa de la piel (hipodermis): el tejido graso crece y las paredes
laterales se engrosan formando hoyuelos. Una vez instalada la celulitis
lo que debemos hacer es mejorar todos los nutrientes del tejido afectado
para que ésta disminuya.
En el Departamento de Docencia e Investigación de la Fundación
Flebológica Argentina hemos comprobado que para lograr un tratamiento
exitoso es necesario adecuarlo al grado y tipo de celulitis que presente
cada paciente.
Hoy la medicina cuenta con la más avanzada tecnología: en primer
lugar la aparatología fisiátrica mediante la que se trata toda la
insuficiencia circulatoria que hay de base, estimulando no solo la
microcirculación de las células subcutáneas, sino también estimulando la
lipólisis y logrando que el tratamiento se complete con la modelación
corporal.
Otro equipo que complementa el tratamiento de la celulitis es la
radiofrecuencia, que consiste en aplicar energía a través de la
superficie de la piel, generando un aumento de temperatura en la dermis
con acortamiento de las fibras de colágeno. Se eleva, también, la
temperatura de los fibroblastos, las células encargadas de fabricar el
colágeno que, estimulados por este calor, generan nuevo colágeno
remodelando los tejidos. Se activa la circulación de la zona a tratar,
el sistema linfático y el sistema arteriovenoso, aumentando el drenaje
linfático y la vascularización.
El objetivo del tratamiento es la prevención y la corrección para provocar efecto tensor visible desde la primera sesión.
También se puede realizar mesoterapia, que consiste en la aplicación
local de medicamentos, de tal modo que su acción se hace directa y casi
exclusivamente en la zona a tratar. Esto aumenta su eficacia y rapidez
de acción al minimizar el largo trayecto que los fármacos seguirían si
fuesen administrados por vía general y reducen, al mismo tiempo, los
efectos secundarios que pudiesen aparecer.
La mesoterapia es una técnica de administración de medicamentos
dinámica, es decir, la medicación está en relación al paciente y no el
paciente en relación a la medicación.
La incorporación más novedosa es la ultracavitación o cavitación de
alta frecuencia, que permite disminuir hasta dos centímetros de volumen
corporal por sesión. Es el método más innovador en medicina estética.
Una vez terminada la sesión, que no requiere de ningún tipo de
anestésico, se pueden retomar las actividades. Este tratamiento está
indicado para aquellas pacientes que tienen adiposidad localizada en
zona bitrocantereas, abdomen y subglúteos.
Frente a todo este abanico de posibilidades, lo más importante para
que el tratamiento sea exitoso es la consulta médica: esta permitirá
realizar el diagnóstico preciso e indicar la combinación de tratamientos
adecuados para cada paciente en particular, así como el seguimiento
médico y nutricional constante.
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