El cambio está a punto de golpear a la radio cubana.
Luego de cinco décadas, el gobierno terminó con la lista negra de
músicos y cantantes que mantuvo a docena de artistas lejos de las
frecuencias de la isla caribeña.
La lista nunca fue oficialmente publicada, pero
aquellos que escaparon del país comunista y hablaron en contra de la
Revolución de 1959 no sonaron más en las radios, como Celia Cruz o
Gloria Estefan.
Ahora, en otro pequeño signo de reformas en Cuba, el listado ha desaparecido.
Las primeras noticias del cambio surgieron la
última semana pero no ha existido un anuncio público: eso sería admitir
primero que había censura.
El Partido Comunista no autorizó a ningún
funcionario a dar declaraciones, pero varias de las principales emisoras
de radio de la isla han confirmado a la BBC que la prohibición se ha
levantado.
Las radios han dicho que al menos 50 artistas
estaban vetados hasta hace algunos días, pero los directores de las
estaciones ahora pueden decidir por ellos mismos a quien poner al aire.
Entre los prohibidos anteriormente estaban el
saxofonista Paquito d'Rivera, ganador del Grammy que desertó de Cuba
cuando estaba en gira y fue un abierto crítico a Fidel Castro, a pesar
de que su familia seguía viviendo en la isla.
También se encontraba Willy Chirino, que lanzó
su carrera musical en Miami luego de dejar Cuba en su infancia, y el
pianista de jazz Bebo Valdés, padre del ahora legendario Chucho Valdés,
quien permaneció en su país.
El cantante melódico Julio Iglesias también fue vetado pero luego volvió a ser difundido.
Y toda una generación creció sin la salsa de
Celia Cruz, conocida mundialmente fuera de Cuba como una maestra en su
arte, pero rechazada en su país como un ícono de la diáspora
anticastrista.
"Algo ha cambiado"
La decisión de terminar con la lista negra no ha
transformado las radios cubanas, de hecho, no está claro si alguna
estación ha pasado una canción de los artistas anteriormente censurados.
La autorización fue para que esa música sea
transmitida "cuando sea apropiado" y algunos discos tendrán que ser
rescatados de polvorientos archivos, si es que no han sido destruidos.
Pero la medida es vista como una forma de
aflojar la correa, el control centralizado -al menos en la esfera
cultural- y quizás otro signo de que las actitudes hacia los exiliados
cubanos, denostados en su momento de forma rutinaria como traidores, se
están suavizando.
Empleados de radios en La Habana indicaron a la
BBC que la semana pasada fueron informados que la lista "sirvió su
propósito", pero que pertenecía a otra época. Su final fue descrito como
parte de "la apertura al mundo" de la isla.
"Los artistas fueron prohibidos porque estaban
haciendo declaraciones en contra de Cuba", explica el periodista
cultural Reny Martínez.
"Las cosas han cambiado. Algo ha cambiado en el partido. Creo que hay una nueva flexibilidad en la cultura", añade.
Pero aún los límites del aparente nuevo espíritu de tolerancia tienen que ser probados.
Los trabajadores de las radios dicen que por
ahora van a "esperar y ver", antes de modificar la lista de los artistas
que salen al aire.
Pero una década luego de su muerte, una nueva generación de cubanos podrá finalmente escuchar a Celia Cruz y su salsa.
Gloria Estefan y otros darán el salto de los CD pirata a las frecuencias de las radios.
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