Confirmado. Que el hombre
suramericano es un “latin lover” ya no es un mito. Sus técnicas de
seducción, las estrategias en la cama, el tiempo de duración en el acto
sexual y hasta la frecuencia con la que se experimenta un orgasmo, lo
destacan por encima de sus congéneros del resto del mundo. Que si la
razón es cultural, que si es por predisposición racial o por el
machismo, lo cierto es que los latinos y las latinas son los más fogosos
en la cama; bueno, aunque no se limitan tampoco a ese espacio.
La marca de preservativos Durex publicó recientemente los datos de su
informe anual sobre bienestar sexual —elaborado a partir de una
encuesta aplicada a 29 mil adultos heterosexuales y homosexuales
provenientes de 35 países de todo el mundo— y su cuarta entrega se
centra en la frecuencia y duración de las relaciones sexuales. Allí
precisamente Suramérica se colocó en el primer lugar.
El 85% de la población latina encuestada, entre hombres y mujeres,
afirmó tener contactos sexuales semanalmente. África ocupa el segundo
lugar con un 72% y le siguen Europa (71%) y Asia (70%). Los últimos en
el ranking son los norteamericanos, pues solo un 56% dice mantener
relaciones frecuentemente.
Según el informe, el promedio global de tiempo que dedican las
parejas a los juegos previos se sitúa en 16,9 minutos. Una vez más,
América del Sur encabeza los resultados con 19,7 minutos de media en los
preliminares, seguida por Oceanía (18,1), Europa (17,4), África (16,8),
América del Norte (15,9) y Asia (14,6). Los brasileños ‘calientan
motores’ en un promedio de 20,8 min. y los mexicanos en 20,5.
“Me gustan mucho las mujeres, mis preferidas son las voluptuosas.
Desde que estaba en el liceo les caía a todas, claro, después uno se
pone serio”, cuenta entre risas Enrique Villasmil, un abogado marabino
de 36 años. A la pregunta sobre quién le enseñó a conquistar, Villasmil
responde: “Es algo natural, eso se da poco a poco. Por supuesto, tus
panas te dan consejos. Incluso mi padre me preguntaba a cada rato que si
tenía novias, y yo ese plural lo veía como algo positivo”.
Candentes o activos las mujeres y los hombres suramericanos poseen la
fama mundial de llevar una excelente vida sexual, lo que, considerando
este informe, no parece ser mentira.
“El suramericano sí es un latin lover. Se siente que es superior en
el sexo. Dicen que son calientes, que pueden con dos o con tres. Eso sin
duda es algo cultural. Y mentalmente sí pudieran hacerlo, porque
recordemos que algunos problemas sexuales son solamente de origen
psicológico. La mentalidad del colectivo se ha ido poco a poco diseñando
para pensar así”, explica la orientadora en sexología Diana Spirito,
graduada del Centro de Investigaciones Psicológicas, Psiquiátricas y
Sexológicas de Venezuela.
Si de diversidad de criterios se trata, hay que mencionar la
importancia que le dan todas las preferencias sexuales al tamaño del
miembro masculino para alcanzar mayor satisfacción sexual e, incluso en
eso, los latinos se sitúan muy bien en la lista global.
“El tamaño del pene en un latino promedio se ubica entre 12 y 15
centímetros, eso se puede considerar grande y aceptable (...) También
está el factor de que la mujer de este lado del mundo es una mujer
decidida, que se siente atractiva, que se pone senos y glúteos, se
siente sexualmente activa y como tal exige. Ellas están educando a sus
hombres: ‘mira yo quiero que me hagas esto así, que me pongas esto allá’
y ellos están mejorando como amantes”, agrega Spirito.
Durex informó que el tiempo medio mundial de duración del coito se
establece en 19,2 minutos. Por continentes, los ciudadanos de América
del Sur vuelven a posicionarse en la parte superior de la tabla, ya que
dedican alrededor de 23,8 minutos a sus relaciones sexuales, seguidos
por Oceanía (21,3), Asia (20), África (19) y Europa (18,8).
“Durante el ‘foreplay’ (juego previo) me disfruto todo lo que
hacemos, le damos mucha importancia a esos momentos. Pero, cuando
llegamos a la penetración me siento estupenda. Cualquiera dice que eso
les gusta más a los hombres, y es una total mentira. Los dos queremos
hacerlo con las mismas ganas”, comenta una ama de casa marabina que
prefirió no ser identificada.
Spirito, quien también es dueña de una tienda de juguetes sexuales en
Cagua, estado Aragua, considera que “aunque las encuestas guardan un
índice de probable manipulación por parte de quienes las aplican, en el
caso de los latinos puede ser verdad. A mi tienda al principio iban
mujeres, ahoran van muchos hombres y la mayoría busca retardantes”.
Los hombres también son los que más acuden a consultas de estética
genital, así lo asegura el médico cirujano José Gregorio Hernández,
especialista zuliano en Bioplastia, Estética y Obesidad. Hernández
manifiesta que entre los meses de junio y julio han asistido a su
consultorio, en Maracaibo, 100 hombres para practicarse faloplastias
—alargamiento y engrosamiento del pene— lo que según él “es una cifra
elevada”.
“El hombre tiene una naturaleza cazadora, es algo fisiológico. Se
preocupan por conquistar y por conservar el dominio fálico. Eso de que
el latino es un latin lover es cierto, es una cuestión cultural, de
actitud y de ideología (...) El latino es más zumbao, incluso, influyen
factores como el calor y hasta el tipo de comida”, indica el médico.
Otro dato analizable de la encuesta Durex es el porcentaje por
continente de la población que siempre o casi siempre experimenta un
orgasmo durante las relaciones sexuales, cuyo índice global es de 53%.
En América del Sur esta cifra asciende hasta el 63%, le siguen de cerca
Europa (60%), América del Norte (59%), Oceanía (57%) y África (55%).
Solo baja el nivel de éxito en Asia, donde uno de cada tres (32%)
asegura que llega al orgasmo siempre o casi siempre.
El médico sexólogo Miguel Sira destaca que la sexualidad de las
personas varía dependiendo de las culturas. “Hay culturas que dan más
apertura a la parte sexual, y otras no. Eso es importante entenderlo.
Quizás en Latinoamérica tenemos más apertura, pero eso va a depender del
nivel de información sexual.
Los países que tengan más nivel de información sexual tendrán mayor
apertura. También hay que entender que no es lo mismo la capacidad que
yo tengo de funcionar en base al promedio o a la norma”, dice.
Una de las grandes dualidades o paradojas que establecen los
especialistas, es que a pesar de que somos la cultura sexualmente más
activa, en Latinoamérica todo lo relacionado a la sexualidad se
considera un tabú y no se suele hablar abiertamente de ello.
Dialogar sobre los juguetes sexuales que se pueden utilizar con la
pareja se limita solamente a tertulias en privado con amistades muy
cercanas. Pero, difícilmente, se ven programas de sexología en las
televisoras locales y mucho menos se observa a la gente comprando
vibradores o gel retardante y caminar con ellos en la calle, tal como lo
puede hacer un holandés en pleno centro de Amsterdam.
“En Europa no hay tabúes con relación a la sexualidad y a los
juguetes sexuales. Y por eso, por haber menos tabú, la gente está más
acostumbrada y necesita de un estímulo muchísimo mayor para ‘prenderse’.
El latino no, el latino se ‘prende’ fácilmente sin necesidad de un
juguete”, comenta el cirujano Hernández.
Miguel Sira ve el asunto desde otra perspectiva: “La dualidad se da
dependiendo de la norma. Para la mayoría de las personas
latinoamericanas los objetos sexuales son juguetes, y lo ven como eso.
Si lo que tú crees de un juguete es que son para niños, tú no lo vas a
comprar. Si tú aprendiste que esos implementos eran para cuando tu
relación estuviese en las últimas, tú no lo vas a comprar. Eso es lo que
pasa aquí, lo ven como un juguete, como el último recurso, ‘vamos a
comprar un vibrador o una cremita si la relación se está cayendo”.
Sin embargo, numerosos dueños de ‘tiendas de sexo’ que estuvieron
presentes en la Exposexo Maracaibo 2012, aseguraron que cada vez el
número de visitantes y compradores se incrementa, y que cada vez más
personas quieren saber cómo usar y para qué usar esos productos.
“Algunos llegan con pena, otros llegan muy decididos. Y nosotros los
tratamos con respeto y profesionalismo. La información que en algún caso
ellos pudieran revelar sobre sus vidas privadas es confidencial”,
exclama Diana Spirito.
Aunque el 60% de los encuestados por Durex usó preservativos la
última vez que hizo el amor, un 36% reconoce que no practica el sexo
seguro.
“Es importante la prevención sexual. En algunas formas los tabúes en
Latinoamérica son negativos. Yo soy de los que considera que mientras
más educación sexual haya es mejor. En el momento que la gente comulgue
con eso la gente va a tener menos tabú, menos miedo y se acaba la ignorancia. Yo creo que es un problema de educación”, destaca el especialista José Gregorio Hernández.
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